Había una vez una niña que estaba tumbada en el sillón de su casa muy aburrida y llamó a su mamá.
No sé qué hacer estoy muy aburrida.
Y dijo su madre:
- Puedes pintar un dibujo y colorearlo.
La niña seguía aburrida.
Hasta que un día su mamá le trajo un cuento y desde ese día la niña no se aburría porque estaba siempre leyendo el cuentos.
FIN