Érase una vez una niña que se llamaba Isabela que no sabía que tenía poderes de heroína.
Cuando había algún problema en clase o en casa lo podía solucionar pero sus padres no lo sabían pero tenía que decírselo pero no podía.
Se lo dijo y sus padres no se enfadaron e Isabela se lo paso muy bien siendo una heroína.
FIN
