Érase una vez una niña que se llamaba Anahí.
Iba dando un paseo y se perdió. ¿Cómo se va a mi casa? Lloró, lloró y lloró.
Vio una casita y entro y vio a su Tita. Le preguntó y le dijo:
-Por ese camino y fue...
-¡Anda si es mi casa!
Entró:
-¡Anda si es mi mamá!
Fueron al cine, al McDonald's y al Burguer King.
Fueron felices como las perdices.
Fin
