Érase una vez una niña llamada Thalía que le encantaban los perros.
Siempre cuando veía una tienda de perros le decía a sus padres me compras uno. Sus padres siempre le decían que no.
Los padres le decían que para la casa nueva.
La niña esperaba y esperaba y cuando se terminó la casa a la niña le compraron el perro y fue súper feliz.
Fin