Tres amigos recorrían las calles haciendo truco o trato. Sus disfraces eran los más terroríficos y originales y por eso cada vez que tocaban a una puerta les daban muchas chuches.
Una calabaza que adornaba las calles cobró vida y se comió todas las chuches de los tres niños y ellos huyeron muy asustados a sus casas.
FIN